Cómo calcular los kW que consume un coche eléctrico
Los coches de combustión llevan siendo la principal vía de movilidad desde hace más de 100 años. Y la llegada del eléctrico, no solo ha supuesto un cambio de paradigma en el tipo de combustible, sino que también cambia completamente el escenario tradicional en cuanto a la mecánica y la eficiencia de la conducción.
¿Cuántos kW consume un coche eléctrico?
Mientras que en los coches de combustión la eficiencia se medía en función de los litros de gasolina necesarios para desplazarse unos 100 kilómetros, en el caso de los coches eléctricos, se sigue manteniendo la referencia de la distancia, pero ahora los litros son kilovatios a la hora (kWh).
De media, un coche eléctrico consume unos 25 kWh/100 km; pero, claro, también depende del tamaño y la eficiencia de la conducción. No consume lo mismo el Dacia Spring que el Volkswagen ID3, sin olvidar el Tesla S. Tampoco será igual el consumo de un mismo modelo que circula a 50 km/h por ciudad, que el de otro que circula a 100 km/h, con la calefacción puesta y por un terreno con desniveles.
Para saber cuántos kW consume un coche eléctrico hay que tener en cuenta, sobre todo, la demanda energética cada cierta cantidad de kilómetros. Una vez se conoce esta cantidad de consumo, también hay que fijarse en el tipo de recarga y el coste de la electricidad, ya que no todas las tarifas para coche eléctrico tienen el mismo precio.
Factores que influyen en el consumo
Si en las facturas de la luz, el kWh indica el consumo eléctrico registrado en la vivienda, en los coches eléctricos el consumo dependerá de varios factores: la potencia de la batería, el modo de conducir y hasta la orografía del terreno.
Las condiciones meteorológicas en la conducción
El propio clima afecta al funcionamiento de la batería, por ejemplo, el frío hace que la batería consuma más energía, ya que lo habitual será encender la calefacción para calentar el habitáculo. La temperatura óptima para el correcto funcionamiento en los coches eléctricos, es decir, para no pasar frío sin sacrificar autonomía, es de entre 15 y 24 º C.
El tipo del terreno
El terreno también puede suponer un esfuerzo extra para el vehículo, que se traduce un mayor consumo de energía. Si el terreno está sin asfaltar, el coche eléctrico requerirá un mayor esfuerzo. Y si, al contrario, el terreno está en perfectas condiciones, el gasto de energía será menor.
Estilo de conducción
Pisar a fondo el acelerador o, en general, hacer cambios bruscos en la velocidad, afecta a la potencia y la autonomía de la batería. Conducir con responsabilidad permite aprovechar cada kilómetro.
¿Cómo calcular el consumo de un coche eléctrico?
Para saber cuánto consume el coche eléctrico hay que multiplicar la capacidad de la batería por el precio de la electricidad en el momento de recarga.
Por ejemplo, si la capacidad de la batería es de 58 kW y el precio de la luz es de 0,21 €/kWh, recargar el coche eléctrico al 100 % costará: 12,18 €.
Un precio muy inferior en comparación con un coche de combustión, ya que el coste actual para llenar el depósito es de 60 € de media, variando según el modelo del vehículo y su capacidad.
¿Cuánto tiempo dura la batería de un coche eléctrico?
Se estima que la batería de un coche eléctrico dura unos 8 años, lo que equivaldría a unos 150.000 km. Pasado este tiempo, la capacidad de la batería baja al 75 %, pero aún se puede circular sin problemas durante mucho tiempo.
Además, hay que tener en cuenta la garantía de la batería, ya que es el elemento más caro del vehículo, y muchos fabricantes solo cubren el paquete para posibles fallos. Otros, sin embargo, garantizan el reemplazo de la misma si esta reduce su capacidad pico. Por ejemplo, que antes de los 8 años, sea menor del 65 %.
Trucos para aumentar la batería del coche eléctrico
El cuidado de la batería de un coche eléctrico es sencillo, simplemente conviene evitar una serie de acciones muy concretas:
1. No abusar de la recarga rápida.
Las cargas rápidas pueden afectar a la batería y reducir su eficacia. Por ello, si se utiliza este método de carga con frecuencia, se recomienda hacer una carga normal cada 15 días para recuperar el equilibrio de las tensiones entre las diferentes células.
2. No dejar el vehículo inmovilizado con la batería descargada.
Al igual que sucede con los coches de combustión, es recomendable mover el coche de vez en cuando. Las baterías de los coches eléctricos realizan un consumo mínimo y residual incluso cuando está parado y no demanda energía.
Si durante varios meses no se utiliza, es probable que la batería se descargue al completo, y esto puede afectar su eficacia. Si se prevé que apenas se va a coger el coche, lo mejor es dejarlo cargado, o al menos con el 20 u 80 % de la batería.
3. La carga completa solo para viajes largos
Cargar el coche eléctrico al 100 % no permite ahorrar ciclos de carga, pero sí puede repercutir en acelerar la degradación de la batería. Por ello, se recomienda para los trayectos diarios, no hacer cargas completas y solo tenerla cargada al 100 % para viajes más largos.
Es más, los estudios comentan que limitar el índice máximo de carga ralentiza la degradación de la batería. Para evitar que las recargas lleguen al 100 %, se puede cambiar la configuración del vehículo o el cargador para limitar la carga al 80 %.
¿Hay diferencia entre recargar con corriente alterna o continua?
Los coches eléctricos tienen dos métodos de carga: continua (CC) y alterna (CA). Todos los suministros ofrecen corriente alterna, cuando la batería del coche eléctrico necesita continua.
Para que los coches eléctricos se carguen necesitan de un convertidor para hacer esa transformación. La mayoría de los conectores ya llevan incluido el convertidor, aunque hay algunos coches eléctricos que lo tienen instalado en el propio vehículo.
¿Merece la pena un automóvil eléctrico?
A la hora de escoger un coche eléctrico o uno de gasolina hay que valorar algunas cuestiones.
Una barrera para muchos conductores es que los coches eléctricos pueden ser más caros que los modelos convencionales más baratos, pero gracias a las subvenciones en la compra y la exención de impuestos, la adquisición de coches eléctricos resulta mucho más asequible que hace algunos años. Además, el precio de compra final se amortizará con los costes de recarga más baratos que en el caso de la gasolina o el diésel.
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